La escasez de agua y la robótica son dos de los pocos elementos que tenemos certeza casi absoluta que nos acompañarán en el futuro. ¿Cómo utilizar a las máquinas para darle un buen uso al agua y alimentarnos?
Científicos del laboratorio de computación e inteligencia artificial del MIT desarrollaron un proyecto donde iRobots se transformaron en agricultores especialistas en tomates. Los “autómatas campesinos” son controlados a distancia para cuidar las plantaciones y entregar la cantidad justa de líquidoa los cultivos.
El primer desafío fue cuidar de las Solanum lycopersicum (nombre científico de las tomateras), sin tocarlas para no dañarlas. Para ello, el equipo debió programar con mucho cuidado a los robots, que cuentan con un brazo mecánico y un dispensador de agua. A su vez, las plantas poseen un sensor en la tierra y conexión con sus “cuidadores”.
Al estar conectados, los aparatos saben cuándo las tomateras necesitan hidratarse y nutrirse; qué momento es el adecuado para cosechar e, incluso, cuándo es necesario polinizarlas. El objetivo a largo plazo de los investigadores es crear un invernadero totalmente autónomo, donde se producirán los tomates de las próximas décadas.
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